jueves, 4 de noviembre de 2010

"El nacionalismo es una plaga que ha llenado de sangre la historia”



Mario Vargas LlosaVargas Llosa: "El nacionalismo es una plaga que ha llenado de sangre la historia”
El Premio Nóbel de Literatura presenta su última novela, 'El sueño del celta'
La fascinación que el irlandés Roger Casement causó en Mario Vargas Llosa le ha llevado a novelar su vida en “El sueño del celta”, una obra en la que relata las atrocidades del colonialismo en el Congo, además de otros temas como la sexualidad y el nacionalismo, que sigue despertando recelo en el novelista, ya que, dice, "es una plaga que ha llenado de sangre la historia". En este trabajo, Vargas Llosa rescata de la memoria la figura de Casement, un personaje que ha conseguido "hechizarlo". Una sensación que, a buen seguro, experimentarán también los lectores del flamante Premio Nobel de Literatura.
Elena Viñas.- Mario Vargas Llosa ha presentado este miércoles en Madrid su última novela, “El sueño del celta”, un relato desgarrador sobre los abusos del colonialismo en el Congo retratados a través de la figura de Roger Casement, nacionalista irlandés reconocido como uno de los primeros europeos que denunciaron las atrocidades de esta forma de dominación.
La lectura de “El corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad, le descubrió a Vargas Llosa la fascinante figura de Casement. El novelista peruano que, según ha afirmado, poco sabía del Congo y de Irlanda, se sintió atrapado así por un individuo especialmente intrigante. “Lo que más me sedujo de él fue la complejidad de su personalidad, en el sentido de que fue un héroe, pero también un ser humano sujeto a equivocaciones, fantasías y desvaríos”, ha afirmado.
El mérito de Casement, y que tanto le ha atraído, fue su espíritu crítico con las barbaridades del colonialismo en el Congo, uno de los más atroces. Así, Vargas Llosa cree que logró comprender lo que significaba y trató de “abrir los ojos a los europeos”. Lo que, a su pesar, no fue entendido por Europa, que lo borró de la memoria y lo tildó de “héroe incómodo”.
Pero en esta novela, no sólo tienen cabida las atrocidades del colonialismo. El nacionalismo y la sexualidad también están presentes. Conocido combatiente del nacionalismo, Vargas Llosa se reafirma en lo que le despierta este movimiento: “Sigo creyendo que es una plaga que ha llenado de sangre la historia”. Algo que le lleva a expresar que "hay que combatirlo de manera sistemática" porque "en sus raíces" hay una actitud "discriminatoria".
La ardua investigación en la que se ha embarcado le ha llevado a vivir "una gran aventura exaltante y dolorosa al mismo tiempo”. Seducido por el deseo de seguir conociendo más de Casement, el novelista se topó con unos diarios que, a juicio de varios estudiosos, no fueron escritos por el irlandés. Algo de lo que duda el peruano, quien sostiene que sí los escribió, aunque no está seguro de que viviera los hechos que en ellos relató. “Buena parte de lo que escribió eran fantasías que él hubiera querido vivir”, ha explicado.
Pese a la carga histórica de la obra, Vargas Llosa ha querido aclarar que ha escrito una novela y no “un libro de historia”. Amante de la literatura, afirma que, en estos días de resaca del Nobel, no se aburre “ni un solo minuto del día”. Trabajador infatigable, dice echar de menos la rutina diaria de lectura y escritura, y piensa en que no va a tener tiempo suficiente para hacer todo lo que quiere hacer.
Por ahora, tiene entre manos terminar un ensayo titulado “La civilización del espectáculo”, que abandonó por el huracán desatado tras el Nobel. Un galardón que, según ha dicho, “nunca” estuvo entre sus aspiraciones literarias, mientras que escribir buenos libros “sí lo ha estado”, ya que “el sueño de cualquier escritor es que sus libros deslumbren como a mí me deslumbraron otros". De lo que no tiene ninguna duda es de que la muerte lo encontrará "con la pluma en la mano".
El Imparcial (3.11.2010)

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