martes, 30 de noviembre de 2010

Un empresario destapa una trama corrupta en la alcaldía de Ciudad Real

La denuncia judicial detalla múltiples cohechos y amaños del gobierno del PP

FRANCISCO MERCADO - Madrid - 26/11/2010

Un empresario, Jesús Manuel Rosado, dueño de Global Sport, denunció el pasado 8 de noviembre en un juzgado a la cúpula del Ayuntamiento de Ciudad Real, que gobierna el PP, por el cobro de cohechos, amaño de contratos, emisión de facturas falsas y financiación ilegal de actos del partido. Su acusación incluye a la alcaldesa, Rosa Romero -asegura haberle hecho obras en su casa cuya factura se le sugirió presentar al Ayuntamiento y nunca cobró-, a los concejales de Hacienda y Deportes, Miguel Ángel Rodríguez y César Manrique, respectivamente, y a varios altos cargos municipales, incluidos el jefe de compras, el tesorero y el interventor. Este empresario asegura haber aportado 3.000 euros para financiar la campaña electoral de 2007 del PP que luego cobró con falsas facturas al Ayuntamiento. La regidora niega todas las acusaciones y asegura que la justicia demostrará su falsedad.
Según el denunciante, por orden de Juan Carlos Mascuñana, jefe de compras del Ayuntamiento de Ciudad Real, este empresario pagó diversos viajes aparentemente privados de personal del equipo de gobierno y de empleados municipales cuyo importe luego recuperaba con facturas falsas al Ayuntamiento. También plantea que por mandato de cargos del Ayuntamiento de Ciudad Real hubo de pagar a empresas con las que no tenía ninguna relación comercial real.
Por ejemplo, declara que abonó publicidad municipal a la firma Multicanal relativa a la Semana Santa por un importe de 25.000 euros. Rosado aporta un amplio listado de empresas y facturas que supuestamente evidencian que se convirtió en el tesorero bis del Ayuntamiento y sufragó con su dinero eventos municipales que luego le fueron retribuidos con falsas facturas del Ayuntamiento por servicios nunca prestados.
Igualmente, según su relato, fue instado a subvencionar un club deportivo tras pactar que le sería retribuido con facturas municipales. Esta trama municipal, acusa en su escrito Rosado, no solo le exigía pagar compromisos municipales, sino que le ordenaba a qué empresas debía subcontratar sus obras adjudicadas. El fin era claro: "Las empresas [subcontratadas] emiten siempre facturas por sus trabajos superiores a los precios de mercado e incluso a lo que tienen presupuestado". A veces el objetivo era aún más descarado: Rosado hubo de comprar maquinaria por 7.500 euros a la empresa de la esposa del concejal de Deportes que luego revendió al Ayuntamiento. Así se evitaba el escándalo de que el edil adjudicara dicha compra a su cónyuge. En este pantano de corruptelas incluso un concierto de Alejandro Sanz en Ciudad Real alimenta un nuevo festín: Rosado compra 150 entradas para "ayudar a que las fiestas locales parezcan un éxito" que luego factura al Ayuntamiento por falsos servicios.
Este empresario revela cómo el sistema de adjudicación estaba podrido: se adjudicaban servicios sin mediar contrato alguno o se simulaba un concurso restringido con empresas que solo existían en el papel. Rosado no habla de oídas: denuncia los amaños de los que fue beneficiario. Lo insólito de su denuncia, frente a la práctica habitual, es que no denigra adjudicaciones ajenas, revela lo ilegal de los múltiples contratos que le fueron otorgados a él por una trama a la que retribuía con cuanto favor le era solicitado.
Los cargos del área de Deportes también le encargaron, antes de las elecciones locales de 2007, obras "de interés electoral para la corporación municipal" como pistas polideportivas "sin concertar forma de pago". El escenario de las obras fueron "zonas de Ciudad Real que según sus sondeos no les eran favorables al PP". Y detalla la ilegal vía usada: "Hacíamos la obra, y posteriormente enviábamos el presupuesto/oferta y Mascuñana [jefe de compras] nos indicaba la fecha que tenía que ponerse en la factura y posteriormente nos remitían la notificación de la adjudicación". El edil Manrique le sugería que las cuantías de las facturas fueran pequeñas para burlar los controles.
A fin de cobrar su asfixiante deuda con el Ayuntamiento -más de 400.00 euros, de cuyo pago en buena parte solo tenía un compromiso verbal-, Rosado asegura que se plegó a un rosario de corruptelas: firmó facturas de restaurantes donde nunca comió; aseguró haber recibido dinero municipal en metálico que nunca vio; dijo haber cobrado facturas sin captar importe alguno ni saber su destino; realizó pagos en especie a funcionarios, amén de realizar obras en viviendas de altos cargos locales que nunca cobró.
"Y todo ello, en aras a mantener una relación que posibilitara el cobro de la totalidad de lo adeudado, para poder seguir manteniendo viva a mi empresa y su actividad municipal", detalla en su denuncia judicial.
Lo grave de la denuncia de este empresario, según fuentes de su entorno, es que una mera investigación de los contratos de este Ayuntamiento demostraría que su caso no fue individual sino que hubo una sistematicidad en el impuesto revolucionario aplicado a los contratistas. Parte de los fondos estatales del plan E de Zapatero, añaden estas fuentes, fueron consumidos en múltiples facturas inferiores a 3.000 euros para evitar toda concurrencia y, en muchos casos, no sirvieron para obras de interés público, sino para sufragar esta red de favores ilegales a los ediles y cargos municipales.

Alcaldesa de Ciudad Real


Rosa Romero, alcaldesa de Ciudad Real.- EFE

De héroes y birrias (Rosa Montero)

Vi el otro día en EL PAÍS una foto de Berlusconi y Fini, el presidente del Congreso italiano. Berlusconi estaba al fondo, serio, de frente, y mostraba un asombroso e inquietante parecido con una figura de cera. Quiero decir que su rostro no era de naturaleza carnal, sino de materia inerte, puro plástico. Sin duda su aspecto es un resultado de la transfiguración quirúrgica, de los implantes y los recosidos, de los muchos trabajitos de cirugía estética. Parece haberse puesto de moda últimamente entre los dirigentes políticos mundiales el rehacerse la cara en el quirófano. Ahí está la argentina Cristina Fernández, por ejemplo, brutalmente siliconada (probablemente sería guapa sin todo eso), o la presidenta de Brasil, la recién elegida Dilma Rousseff, que ha admitido haberse hecho dos operaciones estéticas, aunque en este caso deben de ser menores, porque hay que reconocer que a Dilma se le nota menos la carnicería. Por no hablar de Vladímir Putin, que hace poco apareció con unos sospechosos moretones en la cara que mismamente parecían las secuelas de un lifting, y de quien además se diría que es un vigoréxico, o sea, una de esas personas excesivamente obsesionadas por la musculatura.

En realidad, no sé por qué me extraño de esta predisposición de los mandatarios a remendarse el físico: la cirugía plástica se está convirtiendo en algo habitual en la gente de la farándula, es decir, en todos aquellos que viven de la cara, y por desgracia la clase política cada día se queda más en la superficie de las cosas, más en la forma de las cejas que en la calidad de las ideas que supuestamente se agolpan detrás. Nuestros políticos son vendedores de apariencias, y las apariencias que hoy se venden mejor son las recauchutadas. Aun así, no deja de sorprenderme que los ciudadanos puedan creer y confiar en un dirigente que engaña hasta en el grosor y la forma de sus labios. Si el pellejo, que es algo tan visible, ya es una mentira, ¿no es de temer que las palabras, que son mucho menos verificables, resulten aún más falsas?
A menudo la gente me pregunta quiénes han sido los individuos más interesantes de los cientos de personajes famosos que he entrevistado, y siempre contesto lo mismo: salvo excepciones, los tipos anónimos son mucho más atractivos que los importantes. Ahí, en la realidad de cada día, es donde surge la veracidad, la intensidad, el talento. Incluso el heroísmo. Es el caso de Manuel González, por ejemplo. Manuel, que tiene hasta un nombre con vocación de anonimato (es tan común que resulta difícilmente memorable), fue el rescatador chileno que descendió el primero en la cápsula Fénix II hasta encontrarse con los 33 hombres atrapados debajo del desierto de Atacama. Tiene 46 años, es un experto en perforación vertical y lleva doce años trabajando como rescatador de mineros. Seguro que en ese tiempo ha pasado por momentos angustiosos y peligrosos. Por trances quizá más duros que este último. Pero, claro, no tenía a medio planeta contemplando su proeza en directo.
En cualquier caso, ese hombre modesto descendió el primero, probó la viabilidad de la cápsula con su propia vida, se quedó ahí abajo durante 25 horas y, lo que todavía me parece más angustioso, salió el último. Héroe es aquel que hace lo que debe en una situación ante la que la mayoría de las personas encontrarían excusas razonables para no hacerlo. Por eso el héroe de verdad ni se da cuenta de que lo es: solo cumple con el papel que le ha tocado. Cuando Manuel González llegó abajo y se reunió por fin con los mineros, el planeta entero esperaba con avidez mitómana sus primeras palabras. Y lo que dijo fue: “Estoy feliz de la vida, pero cagao de calor”. Ah, qué pequeños son los héroes de verdad: y es justamente esa pequeñez lo que los hace grandes. Se preguntarán qué tiene que ver todo esto con los birriosos mofletes de goma de Berlusconi. Pues verán, a mí me parece que bastante. Entre esos dirigentes tan famosos y esos rescatadores usualmente ignorados que se meten en las tripas de las minas, me parece atisbar una línea metafórica que define la condición humana. Arriba, en lo alto, la artificialidad y la impostura. Abajo, en los subterráneos cotidianos, la autenticidad de lo real. Cuando el pomposo fingimiento de los diversos Berlusconis me llena de desaliento, pensar en los Manolos cagaos de calor que hay en el mundo me hace recordar dónde está la vida.

viernes, 26 de noviembre de 2010

¿Soberanos como Irlanda? (Francesc de Carreras)

El nacionalista siempre se cree el dueño de la nación; por eso es tan difícil conciliar nacionalismo con democracia. Antes Grecia, ahora Irlanda: esta es la independencia de los estados europeos. Sólo una Europa política unida y democrática nos ayudará a superar la crisis económica, no los soberanismos que tienden a desintegrarla.
Una irónica paradoja hace que coincidan la pérdida de soberanía que supone para los irlandeses la intervención económica de la UE y el FMI con unas elecciones catalanas en las que se presentan varios partidos –algunos muy importantes, como CiU y ERC– que se declaran soberanistas porque consideran que Catalunya es una nación y toda nación tiene derecho a un Estado independiente. ¿No estarán utilizando estos partidos fórmulas políticas de otros tiempos? ¿Son compatibles sus posiciones con la actual fase histórica de una Europa integrada en una economía globalizada?

Cuando se escucha a los dirigentes políticos de estos partidos uno tiene la sensación de que en lugar de patriotas son simplemente partidistas, es decir, aparentan la defensa de Catalunya pero en realidad lo que pretenden es, simplemente, obtener más poder político para ellos. CiU y ERC compiten para demostrar quién es más nacionalista y por esta razón se ven obligados a elevar el listón de sus reivindicaciones. En estos últimos años, ERC ha ido abandonando el catalanismo político tradicional y se acerca a posiciones muy semejantes a la Liga Norte italiana, que basa su nacionalismo más en cuestiones económicas que identitarias, especialmente su rechazo al poder de Roma y la insolidaridad con las zonas pobres del sur.

CiU, por su parte, aunque teóricamente no ha abandonado el pujolismo, lo está matizando con un rumbo nuevo, en parte obligado por la competencia con ERC, en parte por la ambición de poder de su núcleo dirigente más joven. En efecto, su finalidad inmediata ya no es alcanzar una mayor autonomía dentro del marco constitucional, sino llegar a unos indeterminados y confusos niveles de "soberanía" financiera. En el fondo, han llegado a la conclusión de que el poder real está en el control de la caja y que la identidad catalana debe limitarse a ser la música, el chinchín, que permita vender esta mercancía.

El nacionalismo pujolista siguió la estela de Prat de la Riba, muy influido por el historicismo romántico alemán pasado por el tamiz de la derecha francesa de su época. La Catalunya de Pujol no es muy distinta a la de Prat: un pueblo cuya identidad colectiva estaba determinado por la lengua catalana, la tradición histórica, el derecho y una milenaria forma de ser. En esta línea, los ideólogos nacionalistas establecen las reglas y los demás deben obedecerlas: quien no encaje en el modelo es considerado anticatalán. Los dueños, los propietarios del país son, ya se sabe, quienes mandan, sobre todo quienes mandan callar.

En el debate electoral del pasado domingo en TV3, Artur Mas, en un memorable acto de prepotencia, hizo un clara demostración de todo ello. Recordemos el contexto. La conversación transcurría en catalán pero dos de los participantes hablaron, durante un rato, en castellano. Uno de ellos, además, aludió al conocido caso de corrupción que afecta al Palau de la Música, ligándolo a la financiación ilegal del partido de Mas, a propósito de un obsceno vídeo de propaganda de CiU en el que un monigote envuelto en la bandera española roba la cartera a un catalán. El objetivo, obviamente, era trasmitir el mensaje de que España roba a Catalunya. Se le reprochó a Mas que invocara unos supuestos robos, pero olvidara los reales, comprobados y admitidos: el saqueo del Palau. En ese incómodo ambiente, el candidato de CiU puso cara de decir ¡vamos a ver quién manda ahí! y encarándose con el representante de Ciutadans exclamó en tono paternalista: "Mire si este país es tolerante que usted viene a la televisión pública de Catalunya y puede hablar en castellano".

La frase no tiene desperdicio. Retrata a quien la pronuncia y a la ideología que la ampara. "Soy el dueño, el propietario del terreno", parece decir Mas: por ello habla en nombre del país y no en el suyo propio. Pero añade: dado que soy un dueño bondadoso y compasivo, tolero que usted pueda hablar castellano en esta televisión pública. Como es pública, considera Mas, es la de los catalanes de verdad como yo, no como usted. Me recuerda a unas anteriores elecciones en las que Jordi Pujol replicó a Manuela de Madre, la política socialista no nacida en Catalunya: "Usted hace sólo cincuenta años que está aquí, yo hace quinientos". La legitimidad de origen, la legitimidad monárquica.

El nacionalista siempre se cree el dueño de la nación: por eso es tan difícil conciliar nacionalismo con democracia, a menos que el nacionalismo sea, simplemente, la expresión del natural aprecio, cariño, amor, como se le quiera llamar, por el lugar en el que vives, has nacido o has pasado parte de tu vida. Artur Mas debería saber que no es él, ni ninguna otra persona, quien da permiso para hablar una u otra lengua, sino que es sólo la ley, la ley democrática que nos hemos dado entre todos, la que puede hacerlo y la que protegía la libre opción lingüística de los participantes en el debate. Antes Grecia, ahora Irlanda: esta es la independencia de los estados europeos. Afortunadamente. Sólo una Europa política unida y democrática nos ayudará a superar la crisis económica, no los soberanismos que inevitablemente tienden a desintegrarla.

Francesc de Carreras, LA VANGUARDIA, 25/11/2010

jueves, 25 de noviembre de 2010

ANDALUCES Y CATALANES (Patxo Unzueta)




El 67% de los catalanes son favorables a transferir fondos a las zonas menos prósperas para garantizar similares servicios públicos. Tal vez haya en ese tema, crucial en el debate actual, una divergencia entre la visión de la clase política de Cataluña y sus ciudadanos. La abstención que se registre el domingo nos dará una pista fiable.


Más datos verificados y razonamientos ordenados, y menos juicios retumbantes y aproximativos es lo que necesitamos para evitar tantos falsos debates, decía aquí hace dos años Soledad Gallego-Díaz; y ponía como ejemplo la publicación de las balanzas fiscales, a lo que se resistía el Gobierno: mejor que se conozcan, para que sepamos dónde está la riqueza y cómo se mueven los flujos entre comunidades ricas y pobres, de forma que pueda abrirse un debate sobre cómo compaginar los intereses de unas y otras.

Desde hace muchos años el asunto de la diferencia entre lo que pagan los catalanes en impuestos y lo que reciben del Estado forma parte del argumentario catalanista. Pero la aparición reciente de un patriotismo del interés, que presenta el independentismo como una opción racional en términos de coste/beneficio, y no solo ideológica, ha situado esa cuestión en el centro del debate nacionalista. "España, como Estado que pagamos, es un mal negocio", dijo Carod-Rovira en 2003. Un vídeo de campaña de CiU presenta a un carterista envuelto en la bandera de España, atracando a un catalán. Es una imagen propia de la Liga Norte de Humberto Bossi: "Roma ladrona". Hace un par de años, un concejal de ICV se hizo fugazmente famoso por sacar en su blog la sarcástica consigna "adopte a un niño extremeño" (con sus impuestos).

El líder de ERC, Joan Puigcercós, lo ha expresado afirmando que Madrid es "una fiesta fiscal" y que en Andalucía "no paga impuestos ni Dios". El sábado pasado lo explicó (en la cadena SER) diciendo que la prueba de lo primero es que en Madrid hay más empresas pero menos inspecciones fiscales que en Cataluña; y sobre lo segundo, que no es sospechoso de antiandaluz porque siempre ha defendido políticas de integración de los inmigrantes. Artur Mas le reprochó su imprudencia: "Hay que ir con cuidado en cómo decimos las cosas, aunque podamos tener razón".

El ex ministro Ernest Lluch, de cuyo asesinato por ETA se cumplieron diez años el pasado domingo, sostenía que la discusión sobre el déficit fiscal es inseparable de la del superávit comercial: el saldo entre lo que Cataluña exporta a otras comunidades y lo que les compra. Ese saldo viene siendo favorable a Cataluña desde que existen estadísticas y creció un 44% entre 1995 y 2006. En 2009, Cataluña vendió por un importe de casi 52.000 millones de euros, que doblaba el de sus compras. El saldo (24.000 millones) compensa ampliamente el déficit fiscal (unos 18.000 millones, según Artur Mas), y sirve, decía Lluch, para financiar empleos en Cataluña.

Desde hace poco existen también datos fiables sobre las relaciones bilaterales entre una comunidad y cualquier otra. Se sabe así que en el periodo 1995-2007, Andalucía ha sido el cuarto cliente de Cataluña; pero visto desde el lado andaluz, Cataluña es su primer proveedor, con el 19,8% del total. Lo que significa que Andalucía contribuye a la prosperidad de esa comunidad más que a la de cualquier otra. El saldo promedio del comercio entre ambos territorios es favorable a Cataluña en una proporción 60/40. Son datos de los informes sobre comercio interregional que desde 2004 realiza el Centro de Predicción Económica, con patrocinio de 11 comunidades autónomas.

Esos datos cuestionan el argumento de los independentistas por interés. Cataluña aporta el 15,9% de la población española y el 18,5% del PIB, mientras que absorbe el 25% del total de comercio interregional de España (suma de exportaciones e importaciones), lo que indica pujanza económica pero a las vez una fuerte dependencia del mercado español. De ello se deduce que la aportación catalana a la nivelación de servicios y cohesión social de las comunidades con menor renta es un gasto pero también una inversión en favor de su propio progreso.

Así se reconocía hasta hace pocos años, especialmente por parte de la izquierda, que criticaba las simplezas de la derecha nacionalista al respecto: su queja porque las comunidades con mayor renta están discriminadas en relación a lo que pagan sería aplicable a un barrio residencial de Barcelona respecto a uno popular. Pero lo insólito es que haya partidos que consideren que es una política de izquierdas el intento de poner límites unilateralmente a las políticas redistributivas del Estado.

Una encuesta reciente indica que el 65% de los catalanes apoya la propuesta de Artur Mas de un sistema similar al concierto vasco que reduzca a la mitad la aportación catalana a la solidaridad territorial; pero otro estudio que resumía aquí E. M. Herrera el día 18 reflejaba que el 67% de los catalanes eran favorables a transferir fondos a las zonas menos prósperas para garantizar similares servicios públicos en todas las comunidades, y el 74% lo era a la intervención del Estado para reducir las diferencias entre ellas. Y concluía que tal vez haya en ese tema, crucial en el debate actual, una divergencia entre la visión de la clase política de Cataluña y la del conjunto de sus ciudadanos. La abstención que se registre el domingo dará una pista fiable sobre la verosimilitud de esa hipótesis.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

"Erecciones" catalanas



Esta campaña electoral catalana está siendo muy interesante, los polític@s apelan al sexo para llamar la atención de los ciudadan@s.

Con el Nº1 tenemos a una chica que tiene un orgasmo cuando vota a Montilla.


Parece mentira pero Montilla puede provocar un orgasmo.

Con el Nº 2, Montserrat Nebrera amenaza con quitarse la toalla en un video subidito de tono.


Con el Nº 3, Albert Rivera de Ciutadans, sale vestido y sus compañer@s desnud@s:

Desde aquí, apoyamos definitivamente el voto al CORI, que tiene como número 2 de la lista a Carmen de Mairena. Su programa es el más serio y riguroso de cuántos partidos se presentan. Los pequeños candidatos tienen que hacer cosas grandes, como los del CORI. La travesti Carmen de Mairena y Ariel Santamaría (el concejal de Reus que se viste de Elvis Presley cada día) se han desnudado en un acto de campaña en la UPF. Pero su programa es más original que sus cuerpos: barretinas para los Mossos; cultivos de marihuana en las rotondas; que el 'barrio chino' sea Patrimonio de la Humanidad; y equipamientos públicos para jóvenes donde practicar sexo --se llamarán "Follódromos" ; Coches oficiales rosas y con tapicería de leopardo; Polígrafos en el Parlament para detectar a los mentirosos; si ganan las elecciones,,,, eso es un programa original y lo demás son tonterías.

En el Camino


En el camino
País: Alemania, Austria, Bosnia, Croacia Año: 2010
Fecha de estreno: 12-11-2010 
Duración: 99 min
Género: Drama
Luna y Amar son jóvenes, se quieren y viven en Sarajevo. Luna sueña con tener un hijo, Amar tiene problemas de bebida y acaba de perder su trabajo. Juntos intentan salir adelante. Hasta que aparece en su vida un viejo amigo de Amar, un musulmán wahhabista miembro de una comunidad ultraortodoxa. Amar descubrirá en la religión una vía de escape a sus problemas y Luna se verá obligada a renunciar a él al no poder seguirle en ese camino. Jasmila Zbanic tiene el valor de mostrar cómo en la moderna y liberal Europa, la religión vuelve a tener un peso determinante en la vida cotidiana. El pasado que gravita sobre Bosnia sin permitirles olvidar la violenta guerra fratricida de finales de los 90, es el otro tema que domina a esta pareja condenada a no poder seguir en el camino que se habían trazado juntos. 

La historia es, en definitiva, un alegato contra el fundamentalismo, en favor de una Europa Liberal de la que gran parte de los bosnios y bosnias se sienten parte. La directora Jasmile Zbanic contiúa en esta película la línea que comenzó con su película "El secreto de Esma", sobre las heridas de la guerra, Bosnia, las relaciones humanas y la necesidad de dar un sentido a determinadas experiencias traumáticas.

La situación económica vista con seriedad

Elecciones en Cataluña (Antoni Puigverd)


La decepción de la democracia no es nueva. Desde sus inicios fue despreciada por élites de todo tipo. Baudelaire apunta en su cuaderno: “La razón por la que a los demócratas no les gustan los gatos es fácil de adivinar. El gato es bello y voluptuoso, revela ideas de lujo y limpieza”. Por razones distintas, también el pensamiento tradicionalista fue durante décadas antidemocrático (”el liberalismo es pecado”) hasta que Jaume Balmes construyó un puente entre catolicismo y democracia. Menos recordadas son las críticas de la izquierda. Marx, Engels y Bakunin la denominan “democracia burguesa” y la acusan de falsedad, de poner límites a la verdadera democracia, que sólo se alcanzará con la “dictadura del proletariado”.
El anarquismo despreció el parlamento, dejando a la clase obrera sin dirección, aunque la izquierda marxista se inclinó por el pragmatismo: aprovechó la denostada democracia para escalar posiciones y tejer alianzas a la búsqueda de la completa hegemonía.
La izquierda antifranquista, ahora abanderada del parlamentarismo, se educó en el desprecio teórico de la “democracia formal”. Persiste en tal línea la llamada “izquierda alternativa”: la de Porto Alegre, Attac y los sermones de Chomsky. En la legislatura que ahora acaba, un alto cargo del Govern, Jordi Miralles, atosigó con otros miembros de EUiA a unos cubanos exiliados que se manifestaban en Barcelona en contra de la dictadura castrista. El gesto no escandalizó a nadie: Miralles sigue en primera fila dando lecciones de moralidad pública.

Antes de la Guerra Civil, derecha e izquierda compartieron una idea: la democracia sólo era buena si la dirigían los suyos. El deporte más practicado era el de sabotear al rival. La II República fracasó porque los de un bando nunca reconocieron las victorias del otro. La guerra tradujo esta falta de reconocimiento en asesinato y exterminio. A pesar de la idealización que el catalanismo hace del pasado, en Catalunya pasó lo mismo. Baste recordar algunos hitos antidemocráticos: el pistolerismo blanco (patronal) y negro (anarquista) que convirtió Barcelona en el Chicago de Europa; el recurso al Tribunal Constitucional por parte de la Lliga de la Llei de Contractes i Conreus; el eslogan “Visca Macià, mori Cambó!”, y, por supuesto, la violencia anticlerical: 1909, 1934, 1936.
Los largos años de franquismo institucionalizaron el vicio fundacional de la cultura cívica española. La dictadura perpetuó durante cuarenta años el exterminio de un bando sobre otro con la pretensión de hacer irreversible el proceso: exilio, campos de concentración, trabajos forzados, juzgados especiales, penas de muerte, persecución sistemática de los disidentes. El franquismo legalizó el odio, negó todas las libertades y, mediante una ingente labor educativa y mediática, naturalizó la idea de los “malos españoles”. Popularizó sin desmayo que la democracia tenía dos defectos de fábrica: era fuente de corrupción y no se adaptaba al carácter díscolo de los españoles.
Sobre este humus cultural se alzó la recuperada democracia y la autonomía. No es fácil perdonar a los partidos por haberse relajado tan pronto. Muy pronto, en efecto, se aguó el compromiso de la reconciliación y se perdió el miedo a repetir los desastres de la guerra. Muy pronto la cultura del odio y la negación del otro renacieron. Muy pronto las caricaturas que de la democracia hizo el franquismo encontraron excusa para rebrotar: la corrupción campa por sus fueros; las derechas se burlan de las izquierdas; las izquierdas no reconocen legitimidad a la derecha, y los nacionalismos (el español y el catalán, por no hablar del vasco, que todavía quiere matar) se alimentan de prejuicios, medias verdades, visceralidad. La democracia está siendo pisoteada por sus protagonistas.
Por si los fundamentos culturales e históricos de la decepción democrática no bastaran, por si la dejadez, corrupción y ensimismamiento de nuestra clase política no clamaran al cielo, la crisis económica y el fiasco del Estatut han dejado en Catalunya un profundo rastro de irritación y extrañeza hacia la política. No recuerdo una campaña política que más tristeza causara a los demócratas de a pie. No recuerdo más asco y displicencia entre los herederos de la tradición antidemocrática. Y no recuerdo más estupidez entre los jefes de campaña: con alguna notable excepción, han trabajado, no para sus partidos, sino para los que desprecian la política (y en especial para los que desprecian la política catalana).
Buscando desesperadamente llamar la atención, la mayoría de los partidos catalanes han dejado a Catalunya a la altura del betún. Como recuerda Eurípides en Las bacantes,cuando los dioses quieren destruir a alguien, provocan antes su locura. ¿Tan difícil es interiorizar que la fuerza y la astucia del débil se expresa en la resistencia a las provocaciones enloquecedoras del fuerte? A pesar de todos los pesares, yo sí iré a votar. El vacío no existe en democracia. Con la crisis de Manos Limpias, se desmoronó el anterior sistema italiano, pero llegó Berlusconi, que ha empeorado los problemas y no ha curado ninguno de sus vicios. Iré a votar aunque sea para no ceder a la amargura. No quiero creer que la caricatura catalana es irreversible. No quiero creer que el mal de nuestra democracia es incurable.
Antoni Puigverd

viernes, 12 de noviembre de 2010

La gran jugada (Antonio Elorza) y Política de la retirada (Patxo Unzueta)

La gran jugada (Antonio Elorza)
                                                                                Conocidas ya sobradamente sus deficiencias en la gestión política, José Luis Rodríguez Zapatero ha mostrado una vez más su excelencia como jugador en la preparación y en el contenido del cambio de ministros. Ni siquiera hacía falta mentir unos días antes limitando el relevo a Trabajo, mal presagio de que hasta el final seguirá contando con la ocultación de la verdad como uno de los recursos habituales de su estilo de gobernante. La culminación del pacto con el PNV, la reacción a la entrevista de John Carlin con Otegi y el acuerdo de intransigencia con el PP si los concejales batasunos se obstinan en no condenar a ETA, son piezas de un puzle que permite intuir el objetivo principal del nuevo Gobierno. Se trataría de proporcionar a ZP el momento triunfal del fin de ETA, la única baza que puede permitir el vuelco en las previsiones de voto, dadas las lúgubres perspectivas de recuperación económica para 2011.

Sin olvidar por supuesto la exigencia de sustituir las carteras gastadas, así como de levantar los ánimos al PSOE y a quienes a pesar de todo desean (deseamos) votar a izquierda. Fracasada candidata municipal, por su experiencia, Trinidad Jiménez puede ofrecer una inteligente actuación en Exteriores, mejor aún que en Sanidad, sin el oportunismo pendular de Moratinos, que se despide con un Congreso de Feminismo Islámico en Madrid, ¡copatrocinado por la Embajada de Irán! El nuevo titular de Trabajo, tras el giro de la veleta, es garantía de diálogo efectivo con los sindicatos y Rosa Aguilar supone un toque de izquierda, si bien teñido de inconsecuencias pasadas en PCE e IU mucho más graves que su último cambio de rumbo. Eficaz, pero poco fiable. Ramón Jáuregui, un vasco razonante. De Rubalcaba se ha dicho todo.

Volvamos ahora al puzle, colocando sus piezas. En contra de las apariencias, la entrevista a Otegi, exhibida en lugar destacado, y el acuerdo inmediato con el PP, encajan a la perfección. De modo simultáneo es mostrada a la opinión pública la disposición del líder abertzale para el paso definitivo que aún no llega, en un clima de atención rigurosa y benévola a un tiempo del Gobierno, y éste encuentra el respaldo del PP para fijar la presión sobre la izquierda abertzale. La estrategia en pinza apunta al hasta ahora obstáculo insuperable, el rechazo del terrorismo de ETA, sin el cual todo sigue bloqueado. Si las palabras se encuentran, y tienen que ser inequívocas, el Gobierno autorizará la presencia electoral de la izquierda abertzale en 2011. Y convertido en socio de ZP, el PNV puede en adelante desempeñar su papel más apreciado, el de tutor de la política vasca, cuando, en la sombra más que en la luz, tenga lugar el diálogo decisivo por el fin de una ETA doblemente aislada. Es claro que, para tal recorrido, el Gobierno vasco y la alianza allí con el PP cuentan menos que John Carlin. Pero si ETA acaba, Zapatero puede ganar las elecciones generales.

Que el asunto no es fácil, pero que el objetivo es el citado, se prueba por el desmesurado peso del componente vasco -como preocupación- en el nuevo gabinete. Recordemos que Rubalcaba fue llamado a Interior para proporcionar toda la flexibilidad en los medios, digámoslo suavemente, que requería la negociación tras la tregua de ETA. Además ahí están los textos de las intervenciones públicas y las entrevistas de Zapatero hasta 2008 para probar cómo el presidente jugó siempre con un doble lenguaje, negando el carácter político de una negociación política, afirmando el fin de los tratos después de la T-4, cuando buscó insistentemente su prolongación, y evitando rendir cuentas con la excusa de sus buenas intenciones. Rubalcaba le acompañó siempre, con momentos estelares como la hospitalización privilegiada de De Juana Chaos. Es también un maestro en la doblez. Su triple función se ajusta al cometido: corresponsable del presidente en la política sobre Euskadi, puesto de mando sin intermediarios en el sector clave, Interior, y encargo de pronunciar con verbo seguro las explicaciones (o los desmentidos) que requiera la política adoptada. Como figura complementaria, Jáuregui, hombre leal, buen mediador. El mejor colaborador posible para una política vasca activa.

El objetivo proclamado es irreprochable: hacer política para lograr el fin de ETA sin concesión alguna a la banda. Tal era el camino recorrido con éxito desde el fin de la tregua, con la colaboración francesa, con firmeza, paciencia y ductilidad made in Rubalcaba, siempre dentro del Estado de derecho. Ahora Zapatero tiene prisa. Este es el problema.

Antonio Elorza, EL PAÍS, 23/10/2010


 Política de la retirada (Patxo Unzueta)

En vísperas del juicio contra Otegi que se inicia  ha habido varias iniciativas en favor de su liberación con el argumento de que fuera de la cárcel podría contribuir más eficazmente al fin de ETA. Es el mismo argumento que se empleó para sostener que Batasuna debía recobrar la legalidad para que trabajara desde ella por el final de la violencia. Pero si ese desenlace parece hoy más cercano es porque la negativa a ceder por parte de la justicia ha convencido a Otegi y a otros como él de que no habrá vuelta a la legalidad mientras ETA siga presente.

A Otegi y otros dos dirigentes de Batasuna se les juzga por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo en su intervención en el mitin de Anoeta (noviembre de 2004) en el que presentaron su propuesta de "resolución del conflicto vasco" mediante un proceso de negociación. Sus defensores sostienen que aquel acto abrió el camino de la paz que ahora se está a punto de culminar.

Sin embargo, no fue el proceso iniciado algo después, sino la rectificación que siguió a su fracaso, lo que ha debilitado a ETA y hecho posible que Batasuna dispute a la banda la dirección política del movimiento abertzale radical. Pero la ruptura del Otegi actual con el de Anoeta es incompleta. Se mantiene la pretensión de utilizar el fin de ETA como moneda de cambio de una negociación política cuyo resultado sería la asunción por los demás partidos (y por millones de ciudadanos) de las reformas institucionales que ellos consideran necesarias para resolver el conflicto vasco.

Entre los consejos que, a propósito del caso irlandés, ofrece Tony Blair en sus memorias sobre la forma de hacer frente al terrorismo hay uno aplicable aquí: recomienda partir de que el objetivo no es solucionar el conflicto invocado como causa del problema, sino, más modestamente, despejar de violencia el escenario para abordarlo. Muchas personas piensan que la derrota de ETA tiene que serlo a la vez del independentismo. Simétricamente, los teóricos del nacionalismo violento dan por supuesto que la retirada de ETA debe abrir expectativas a la altura del significado que ellos dan al abandono de las armas: expectativa de convertirse, tras años de resistencia armada, en la vanguardia de un movimiento soberanista capaz de alcanzar la mayoría electoral en el País Vasco. El horizonte de los de Otegi no son las municipales de mayo de 2011 sino las autonómicas de 2013.

Su referencia es Irlanda: tras los acuerdos de Viernes Santo, el Sinn Fein, brazo político del IRA, se convirtió en la primera fuerza de la comunidad católica, superando a los moderados de John Hume y entrando, junto a los unionistas de Ian Pasley, en el Gobierno de Irlanda del Norte. Los de Otegi cuentan también con su propia experiencia de las autonómicas de 1998, inmediatamente después de la tregua de Lizarra, en las que pasaron de 166.000 a 223.000 votos. La ensoñación de sus teóricos es que, retirada ETA, la nueva Batasuna, al frente de una coalición con las otras formaciones independentistas, EA y Aralar, puede desbordar al PNV y convertirse en la fuerza nacionalista hegemónica.

Sin embargo, como viene sosteniendo hace años Savater, y recientemente Andrés de Blas (EL PAÍS, 24-8-2010), es probable que una vez desaparecida la coacción etarra como condicionante esencial del comportamiento electoral, los resultados reflejen más fielmente la pluralidad y mayoritaria moderación de la sociedad vasca y su identificación con la autonomía antes que con el soberanismo.

El partido de Gerry Adams, único organizado en las dos Irlandas, pasó en la del Sur de 1 a 5 escaños en las primeras elecciones posteriores al Viernes Santo de 1998. Los republicanos consideraban esencial ese ascenso, y a ese ritmo, para entrar en los Gobiernos de Dublín y Belfast y convertirse en factor determinante para el desarrollo de las medidas de impulso a la reunificación previstas en los acuerdos. Pero ocurrió que en las siguientes elecciones del Sur, en 2007, no solo no hubo el esperado crecimiento sino que el Sinn Fein perdió un escaño. Sin violencia, la gente vota por otras cosas.

El futuro no está escrito, pero es probable que en una Euskadi sin ETA la mayoría social moderada tienda a expresarse en alianzas variables entre dos de los tres principales partidos autonomistas: PNV, PSE y PP. Y sería lógico que esos partidos consensuaran los límites a no traspasar para favorecer la retirada definitiva de ETA. No se trata ahora de que renieguen de su pasado (eso vendrá después) sino de exigir su renuncia a la negociación de contrapartidas políticas, eje de toda estrategia terrorista. Otegi tendrá hoy la oportunidad de hacer explícita, ante el tribunal que le juzga, esa renuncia. Sería la prueba de la sinceridad de su desvinculación del terrorismo.

Patxo Unzueta, EL PAÍS, 11/11/2010
 

Respuesta de E.Orsi sobre el sindicalismo actual 2 (contestación de DVA)

 Respuesta de E.Orsi a este artículo: http://hablarsintapujos.blogspot.com/2010/11/respuesta-al-articulo-enviado-por-eo-de.html

Adjunto a esta contestación el documento publicado por CCOO y repartido a afiliados y trabajadores acerca de los recursos de los sindicatos. Esto es ser transparente.

 http://www.fsc.ccoo.es/comunes/temp/recursos/99922/590618.pdf

Curioso es que los medios de comunicación que atacan a los sindicatos no hayan criticado este texto.

Otra cosa es que se considere financiación lo que no lo es. La financiación de la formación no es financiación del sindicato. Existen controles públicos para evitar que esto sea así. Entiendo la suspicacia, pero no las afirmaciones gratuitas cuando no hay nada demostrado.

En cualquier caso, veo que sólo se me objeta algo a una pequeña parte de mi discurso. No se puede contestar aludiendo a aquello con lo que no se está conforme y olvidar la parte que, o se está conforme con ella, o no se siente uno con la argumentación suficiente para rebatirla. El que calla otorga. Entiendo, por lo tanto, que tienes dudas acerca de las cifras que doy (que espero queden despejadas ahora), pero que compartes el resto de mi escrito.

Lo que tampoco es una "buena práctica" (por decirlo de algún modo) en la discusión es, cuando se acaba mi repertorio argumental, sacar temas colaterales. Por ejemplo, el sueldo de Toxo. No obstante intentaré contestarte. Yo, evidentemente, no conozco toda la organización y puedo estar equivocado en muchas cosas, pero te aseguro que el sueldo que percibe un delegado sindical es exactamente el mismo que el que le corresponde por su categoría profesional. Esto es lo que a mí me pasa y lo que le pasa a todos los delegados (que son muchos) que conozco en mi organización. Las informaciones aparecidas acerca de Toxo son de dudosa credibilidad. No todo lo que dice la prensa es cierto. Ni los políticos, cuyas afirmaciones la prensa airea de forma interesada. Pondré un ejemplo: los 3.500 liberados sindicales que dice el PP de Madrid que existen en la región. Es pura fantasía.

Cándido Méndez dijo que su sueldo era de 3.000 €, en "Tengo una
pregunta para usted" (lo digo de memoria). Es un buen sueldo, pero es
lo que le corresponde a cualquier compañero suyo con su misma
categoría. Si se lo gasta en mariscadas, es problema suyo.

Mi sueldo se publica todos los años en el Boletín Oficial de la
Comunidad de Madrid, y no recibo ninguna aportación extra. Si no se
publica nada, es porque no hay nada más. Los comentarios maliciosos,
por repetirlos constantemente, no son ciertos.

Para que veas cómo una sospecha tuya adquiere tintes de verdad, repasa
tu propio escrito. Primero das veracidad a tu discurso aludiendo a
"algunas informaciones" de 2002. Está bien, puede que tú creas
sinceramente que son ciertas esas informaciones. Pero luego insinúas
que, por haber llegado a la Secretaría General de CCOO, a Toxo se le
supone un salario superior. ¿De dónde sacas eso? Es mucho suponer.
Directamente, si no puedes demostrarlo, es una simple difamación,
puesto que CCOO no retribuye a sus cargos. A mí no, desde luego.

Reconozco que ignoro cuántos trabajadores han encontrado trabajo
gracias a los cursos de formación, pero lo que no me vale como
argumento es tu experiencia personal.

Estoy de acuerdo contigo en una cosa, el término "cadena
ultraconservadora" está un poco trasnochado. Me gusta más lo de TDT
Party, que no sé quién lo ha acuñado, pero es ingenioso.

Dices que los trabajadores de la función pública tienen sueldos
mileuristas, y tú eres uno de ellos. Te hablaré de Sanidad de Madrid,
porque es lo que mejor conozco. Nosotros tenemos, en la mayoría de las
categorías, sueldos superiores, jornada inferior y mayor estabilidad
que los compañeros de las empresas privadas de nuestro sector. Hemos
firmado muchos acuerdos que han supuesto, desde las transferencias,
una subida de sueldo muy significativa. En mi categoría, dependiendo
de factores personales como la antigüedad, puede pasar del 60 %. No
creo entonces que los sindicatos hayan estado parados. Callados
mientras se firmaron acuerdos sin conflictos. Pero te informo de que
la paz social se rompió cuando se convocó una huelga en contra de la
"privatización" (entre comillas porque es un poco ambiguo el proceso)
de las categorías no sanitarias en los nuevos hospitales. Esa
privatización ha hecho que los sueldos y condiciones de trabajo en
esos hospitales sean realmente malas. Sabiendo que esa huelga traería
consecuencias negativas para las organizaciones sindicales, se hizo.
La Administración aprovechó para potenciar a los sindicatos
corporativos firmando con ellos subidas salariales que estaban siendo
negociadas por todos. Eso justo antes de las elecciones sindicales.
Pasó factura.

Como ves, es muy matizable esa afirmación de que los sindicatos han
estado callados. Desde luego los trabajadores de mi sector, no se han
visto perjudicados.

En cuanto al porcentaje de participación en las elecciones sindicales,
en mi sector, está en torno al 56%. He revisado las cifras ahora, pero
no dispongo del resto en este momento. A mí me parece bajo, pero
suficiente como para no deslegitimar a las organizaciones.

La tasa de afiliación es baja en España. En torno al 17%, estoy de
acuerdo contigo. Pero no debemos comparar estas cifras con las de
otros países, en los que el modelo de representación es distinto. Los
trabajadores no tienen la necesidad de estar afiliados para disfrutar
de las ventajas de la negociación colectiva, y esto es un freno a la
hora de afiliarse.

Seguro que hay cosas que los sindicatos están haciendo mal. Te aseguro
que la crítica y el debate interno es muy abierto, y que todos
discrepamos en algunos momentos con nuestra organización. Otra cosa es
lo que trasciende a los medios. ¿No crees que el ataque masivo desde
muchos medios de comunicación también está muy relacionado con el
desprestigio actual de los sindicatos?

No veo que sea proporcionado el número de veces que se menciona la
financiación de los sindicatos en los medios de comunicación, con el
presupuesto que ello supone. En otras palabras, el espacio dedicado a
la financiación de la formación que gestionan los sindicatos en
determinados medios es muy superior al dedicado a otro tipo de
subvenciones, cuando estas últimas son considerables (fundaciones,
empresas, entidades bancarias, cajas...) Lo que pasa es que saben
dónde están sus amigos.

Por cierto, las organizaciones patronales también gestionan su parte y
también están subvencionadas, y de eso casi nadie habla. Yo no oigo
que a Díaz Ferrán se le pregunte tanto sobre este tema.

Para finalizar, me gustaría matizar que tanto el escrito anterior como
éste, han sido redactados de forma personal. No hablo en nombre de
CCOO, sino en el mío propio, eliminemos la referencia a mi condición
de delegado, pues puede confundirse mi rol.

--
Enrique Orsi

Respuesta de DVA al anterior artículo

Sin ánimos de seguir polemizando, sólo diré (porque es inmediato, no porque esté de acuerdo con tu argumentación; no siempre el que calla otorga, a veces el que calla no tiene tiempo para polemizar inútilmente), que siguen sin cuadrarme tus números. 

Aportas un documento interno de CCOO, que afirma que esta organización tiene 1.200.000 afiliados, de los cuales obtiene unos ingresos de 168 millones de euros (en realidad dice "ingresos propios", sin concretar más, pero por simplificar, aceptemos que todos esos ingresos vienen directamente de cuotas; en realidad, es indiferente, al fin y al cabo son ingresos que CCOO obtiene por si misma). Pues bien, si en el mismo documento interno se afirma igualmente que el presupuesto total asciende a 455 millones de euros, eso no cuadra por ningún lado con la cifra que aportabas el otro día de que el 90% del presupuesto de CCOO se obtenía de las cuotas de sus afiliados. De hecho, esas cifras representan algo menos del 37%. El resto, según el citado documento, se obtiene de "programas subvencionados". ¿¿¿En qué quedamos???

Y también quiero que quede claro que no estoy difamando. Es importante, porque tu afirmación es maliciosa. Si digo que supongo que el sueldo de Toxo se habrá visto incrementado al cambiar de secretario de la Federación Minerometalúrgica a Secretario General de CCOO, no estoy difamando, estoy suponiendo algo para lo que no hace falta ser un brillante cerebro, de la misma forma que un albañil no cobra lo mismo que un capataz. Simple suposición no malintencionada. Tildar ese razonamiento lógico de difamación no sólo es desproporcionado, sino también intentar confundir. 

Pero quedémonos con su sueldo de 2002, que no es una difamación, porque está recogido en su declaración de la Renta. 114.000 €. Bien, si hacemos el ejercicio de dividir ese sueldo en 14 pagas, obtenemos unos ingresos de ¡¡¡más de 8.000 €/mes!!! Por seguir con tu razonamiento, ¿puedes explicarme cuál es su "categoría profesional" para justificar ese sueldo? Porque yo soy funcionario, arquitecto, grupo A1, y cobro todos los meses 1.555 €. Lo siento, pero no me cuadran las cuentas... (supongo que a ti sí te cuadraban las mías sobre la formación, porque no las has rebatido).

Un saludo

Los enemigos de Roma de Philip Matyszak

Desafiar el poder de Roma era muy arriesgado, y sólo unos pocos de los que se atrevieron a hacerlo consiguieron morir tranquilamente en su cama. Algunos, como Vercingétorix y Yugurta, fueron capturados, exhibidos en triunfo y después, mientras los romanos celebraban su triunfo, asesinados en oscuras mazmorras. Otros, entre los que se encuentran algunos de los mayores rivales de Roma, como Aníbal, Boudicca y Cleopatra, prefirieron suicidarse antes que enfrentarse a la crueldad del imperio. Este libro examina el auge y caída final de Roma desde el punto de vista de los pueblos que se enfrentaron a ella. Sus líderes se guiaron unas veces por la ambición, otras por el odio, el miedo, el juego político o simplemente la codicia. Unos combatieron para conservar sus antiguos modos de vida, algunos para sobrevivir, y otros por amor a la guerra. El lector descubrirá en sus páginas la realidad oculta tras las leyendas del gladiador Espartaco, de Sapur el conquistador, de Viriato el guerrillero y de Mitrídates el consumado envenenador. Algunos de estos enemigos de Roma fueron nobles héroes, otros viles asesinos, pero todos ellos protagonizan la historia de Roma. En muchos casos, habían servido en el ejército romano y admiraban Roma, lo que da una imagen de hasta qué punto fue importente Roma. Un libro interesante para los amantes de la Historia.

El lector de Bernhard Schlink

 El lector fue escrito por Bernhard Schlink, escritor y especialista en leyes alemán nacido el 6 de julio de 1944 en Bielefeld. Ha sido juez del Tribunal Constitucional del lander de Renania del Norte-Westfalia y profesor de Historia del Derecho en la Universidad Humboldt de Berlín. Como escritor cobró fama con una serie de novelas de corte policiaco protagonizadas por Selbst (juego de palabras que en alemán significa “yo mismo”). La primera de sus novelas de esta serie, de 1987, Selbs Justiz (Auto-castigo) fue escrita en colaboración con Walter Popp. Posteriormente aparecerían Die gordische Schleife (El nudo gordiano, 1989), que fue merecedora del premio Glauser, y Selbs Betrug (1992). Der Voesler (El lector, 1995), parcialmente autobiográfica, fue un éxito de ventas en Alemania y se tradujo posteriormente a varias docenas de idiomas, ganando los premios Hans Fallada, Ehrengabe y Welt (los tres en Alemania), Grinzane Cavour y Laure Bataillon en Francia y Grinzane Cavour en Italia. En 2008 fue adaptada al cine por el director Stephen Daldry, teniendo como protagonistas a Ralph Fiennes y a la actriz británica Kate Winslet, que consiguió varios premios por su interpretación. 
La película responde fielmente a la novela. Narra la historia de un joven alemán durante la postguerra y su relación con una mujer de más edad, con la que descubre la pasión y el amor. Esta mujer esconde un oscuro secreto. Desde un punto de vista histórico, narra la difícil comunicación que estableció la generación alemana de la posguerra con la anterior, su reacción ante los desastres de la guerra, pero ante todo con el Holocausto y los campos de concentración. A medio camino entre la condena absoluta de sus padres (o de todo el pueblo alemán en su conjunto), el intento de comprensión (en el que va incluida cierta comprensión por las causas) y la asunción de este pasado, que como herederos de la historia alemana, les tocaba asumir. Una novela interesante, como vivencia personal y reflejo de una época cargada de sentimientos de culpa.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Respuesta a E.Orsi. El sindicalismo actual.



En respuesta al artículo que recibimos de E.Orsi con respecto a los sindicatos (http://hablarsintapujos.blogspot.com/2010/11/post-sindicalismo-cuidado-que-vienen.html), me gustaría hacer una serie de puntualizaciones. Primero se afirma que hablo de los sindicatos con desconocimiento. Sin hablar demasiado de mi biografía he de decir que mi familia ha estado afiliada a CCOO y yo mismo, he trabajado en CCOO y UGT como técnico, es decir, como contratado. Desde esa posición puedo decir, que he justificado subvenciones que no se dedicaban a su objeto. Esto no es sólo una práctica sindicato, también lo hacen las organizaciones empresariales en muchos casos, empresas de formación e incluso ONG’s. Evidentemente, no tengo pruebas, ni fui a la fiscalía o a la administración para denunciarlo. No puedo hablar por todos las secciones sindicales, como no se puede hablar de todos los políticos, todos los jueces o todos los valencianos, no conozco a todos, pero uno puede sacar conclusiones en virtud de la experiencia, lo contrario es pedir un acto de fe en lo ideal de un colectivo, en este caso los sindicalistas.

Con respecto a la financiación, coincido en los porcentajes, 90% y 10%, pero el primero sería de financiación pública y el 10% financiación de los afiliados. Que este sistema también los tienen las organizaciones empresariales y los partidos políticos, es cierto, pero así mismo es también injusto. ¿Por qué debemos pagar todos unas organizaciones que defienden los derechos de sus afiliados? No parece bien ni en el caso de sindicatos, ni patronales ni partidos. ¿por qué la formación continua y ocupacional debe entregarse a la Fundación Tripartita en la que se distribuye entre empresarios y sindicatos? Ambos terminan adjudicándola a empresas en subcontratas o creando sus propias empresas (sí, empresas sindicales) para ejecutarla ellos mismo (además de ejecutarla directamente a través de sus fundaciones). Esto da lugar a corruptelas de diverso tipo y en el mejor de los casos, despilfarro. Las cuotas de los trabajadores, en nuestras nóminas, las retiene el Estado, ¿por qué no las dedica directamente éste? ¿Acaso entrega los fondos de pensiones a agrupaciones de pensionistas o a la patronal de las residencias de la tercera edad?



En relación a los liberados, tampoco me parece justo que una persona deje de trabajar por el hecho de representar a sus compañeros. ¿Qué hay más bonito y realista que seguir en tu puesto de trabajo, en contacto con los defendidos? Los sindicatos tienen liberados que no han sido elegidos por los trabajadores, yo he conocido a varios, no puedo decir los números, supongo que va en función de las administraciones, pero existen. Está claro que no tengo un estudio concienzudo sobre el tema, creo que no se ha hecho ninguno al respecto (ni se dejaría hacer). Pero por simple lógica, estar liberado es mejor que estar trabajando, las condiciones laborales no son las mismas, como demuestra el hecho de que muchas personas desean “ser liberados” y no suele pasar lo mismo con los “presidentes de la comunidad de vecinos”, cargo engorroso y no remunerado (si se me permite la comparación).


También se comentaba en el artículo que las subvenciones a los sindicatos nacen de las leyes, éstas emanan del Estado no del Gobierno. A parte de que el argumento es un sofisma, porque el Estado está dirigido por unas personas, estas subvenciones crean redes clientelares. Por ejemplo, podría comentar varios casos en las que campañas institucionales en medios de comunicación son financiadas con fondos públicos. A nadie se le escapa, que estas campañas no se hacen en todas las radios ni en todos los periódicos. Estas campañas, además de publicitar  una política pública, suponen una financiación para estos medios y pueden ser usadas para moderar la línea editorial, como premio o como castigo. Que la política de los sindicatos no hubiese sido la misma con un gobierno del PP es evidente (habiéndose hecho las mismas reformas laborales). CCOO y UGT han actuado contra el gobierno regional con dureza, no lo niego, en muchos casos cargados de razones, pero desde mi punto de vista no han exhibido la misma dureza contra el gobierno del PSOE. En cierta manera, esto me parece una traición al sindicalismo, que es exclusivamente (para mí) defensa de los intereses de los trabajadores, gobierne un partido, gobierne otro o exista una dictadura comunista que teóricamente defiende los intereses de los trabajadores (como pasó en Polonia).


En tu artículo planteas que ¿por qué entonces salen elegidos CCOO y UGT? Desde mi punto de vista, ni los sindicatos son unos desinteresados idealistas ni la banda de Alí Babá y los 40 ladrones, está claro, en cada caso los trabajadores consideran como se han comportado sus delegados sindicales. Sin embargo, determinadas leyes fomentan la concentración sindical, es decir, a partir de cierto % se considera a un sindicato “el más representativo”, este sindicato (o sección sindical) negocia los convenios colectivos de todos, a la larga hace que el resto tiendan a competir en las elecciones con más dificultades, no es imposible, pero hacen más difícil su representación. Igualmente ocurre con los partidos políticos ¿por qué si no surgen nuevos partidos cuando la gente se siente tan hastiada de los existentes? Digamos que existe una ley electoral, en las elecciones políticas y sindicales, que a la larga favorece a las grandes organizaciones, que una vez con representación y fondos, compiten con más ventaja con respecto a las pequeñas. Aún así, surgen nuevos partidos o crecen pequeños sindicatos, como el CSIF u otros.
Por último, hablar de las “cadenas ultraconservadoras” como argumento para tener una actitud más amable con determinados errores sindicales, me parece poco acertado, significa que en virtud de un cierto izquierdismo hay que mirar a otro lado, para evitar las críticas de la derecha. La verdad o lo que uno considera que es su verdad, aunque sea de forma relativa, es cierta lo diga quién lo diga. ¿Qué con las Cajas de Ahorro los políticos han robado cientos de millones de euros? Es cierto, en nuestra sección de economía hemos escrito varios artículos al respecto, te los adjunto:





Dicho esto, que los partidos saqueen las arcas públicas, junto con ONG’s, etc, no justifica que los sindicatos también tengan derecho (y legitimidad para hacerlo) para hacerlo. Sería tanto como decir “El Estado es de todos, roba tu parte” y nadie puede creer que los sindicatos puedan pensar así.


En mi opinión, las organizaciones empiezan defendiendo unos ideales pero a medida que pasa el tiempo, adquiere dinámicas propias, que hacen que los intereses de la organización como tal, sean más importantes que los fines para los que fue creada. Los sindicatos y sus liberados, como el colectivo de los policías o jueces, no son ni lo mejor ni lo peor de la sociedad, están sacados de ella, sus éxitos, fracasos y corruptelas, en el fondo, son reflejo de los éxitos fracasos y corruptelas de la país en general.