La corte del Zar Rojo fue escrita por Sebag Montefiore en 2004 y publicada por Crítica. El autor es Sebag Montefiore es licenciado en Historia en el Gonville and Caius College de la Universidad de Cambridge. Escritor muy traducido, ha recibido numerosos premios, y es miembro de la Royal Society of Literature.
Este libro nos narra, como muestra su título, no una extensa historia de la URSS o exclusivamente una biografía de Stalin, sino una biografía coral de su “corte”. Hasta ahora, los intentos de hacer una biografía sobre Stalin habían chocado con innumerables obstáculos. Muchas documentos fueron destruidos tras su muerte, ya que implicaban a demasiadas personas que colaboraron en la represión. Su vida estaba rodeada de un secretismo total, multitud de personas que le conocieron estaban muertas, en gran parte por orden del propio Stalin. Era difícil separar qué parte de su biografía era política, qué parte era personal y en ambas, qué parte era sólo pura estratagema y qué parte reflejaba la propia esencia del personaje. Este libro intenta responder a estas interrogantes, describiendo la vida privada del dictador y su entorno, al hilo de la historia de la URSS. Sebag Montefiore nos describe a un personaje a medio camino entre un zar de Rusia y montañés del caúcaso.
Mientras la mayoría de los jerarcas abandonan rápidamente la austeridad bolchevique que había caracterizado los años de lucha clandestina, acumulando riquezas, dachas, coches, amantes, etc. Stalin, aunque disfrutó de ciertos lujos, no acumulaba riquezas por la sencilla razón de que “todo era suyo”, se podía hacer construir una dacha dónde quisiese, disponía de la vida y los bienes de todo el imperio. No fue una persona empática, las personas estaban al servicio de sus ideas, sin embargo si llegó a sentir afectos y podía enviar a miles de personas a morir al GULAG mientras ayudaba a su hija a hacer los deberes.
Las relaciones con las mujeres fueron siempre conflictivas, su segunda mujer se suicidó (acto que el consideró una desgracia y una traición a su persona) tras lo cuál, tras una serie de relaciones insatisfactorias, convivió con su ama de casa (Valechka), como hicieron otros jerarcas bolcheviques con sus sirvientes y antes habían hecho nobles rusos con sus siervas. Esta mujer respondió mejor que otra a su imaginario de mujer perfecta, discreta, callada, exuberante con una belleza campesina rusa, siempre subordinada a sus deseos y en un segundo plano.
Poco a poco, la corte de Stalin se fue asemejando más y más a la corte de los zares. Stalin podía enviar miles de hombres a la guerra, pero se consideraba un protector del pueblo, “el padrecito” , por lo que en ocasiones no dudaba en ayudar a un ex - sacerdote que había conocido o dictar órdenes inmediatas de construcción de urinarios en Moscú porque una persona le había comentado que no había dónde aliviarse por las calles. Sus subordinados le llamaban “Vozdh”, equivalente a nuestro “Amo”, a medio camino entre jefe efectivo, pero con una connotación de sumisión casi medieval. Él, así mismo, se veía en el fondo, despojado de toda la parafernalia proletaria, como un nuevo zar (que en vez de la fe ortodoxa profesaba la fe bolchevique).
En cierta ocasión, fue a ver a su madre a Georgia, ésta vivía en un palacio agasajada por los dirigentes locales. Sin embargo, sólo ocupaba una pequeña habitación del palacio. Cuándo su madre le preguntaba qué era realmente en Moscú, él le contestó que “una especie de zar”. A lo que su madre le replicó, que más le valía haber sido cura.
En Stalin se unió un zar y un georgiano. Leyó mucho a lo largo de su vida, su figura histórica favorita fue Iván el Terrible y cómo éste mandó matar a los boyardos (nobles rusos con demasiado poder).
Stalin con sus "boyardos" |
Por el libro circulan toda una serie de personajes como Kaganovich, Mikoyan, Molotov, Beria, Yezhov, Jruchov, Malenkov, a medio camino entre el servilismo más absoluto, la conspiración palaciega, los privilegios y una total ausencia de moral.
Un libro muy recomendable para conocer a Stalin y la historia de la URSS.
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