lunes, 28 de junio de 2010

¿Alguien tiene un plan? ( Francesc de Carreras)


Viñeta
Las medidas prioritarias sólo son aquellas en las que piden sacrificios a los ciudadanos
 
La impresión es que falta un plan. Alguien que tenga en la cabeza todo lo que debe hacerse, reparta cargas equitativamente y lo cuente con argumentos convincentes. Sin un plan de conjunto, convenientemente razonado, no hay forma de convencer al ciudadano que debe estrecharse el cinturón. Sobre todo cuando ve que a los causantes del embrollo se les arreglan los asuntos desde el poder y a ellos se les piden sacrificios.Ante las medidas que van adoptando los poderes públicos para hacer frente a la crisis económica, el ciudadano medio está, cuando menos, perplejo. El otro día me decía un político que ellos también. Quizás. Pero el deber de los políticos es explicar las razones de sus medidas, no una por una, como medidas aisladas y sin conexión entre ellas, sino unidas por un hilo conductor que permita entenderlas en su conjunto. Sólo así podrá el ciudadano, en su caso, aceptar sacrificios.
La perplejidad del ciudadano proviene de algunas contradicciones, cuando menos aparentes. Quizás la más obvia: los poderes públicos se volcaron en la ayuda a las entidades financieras mediante el FROB, un fondo de rescate al que se han acogido algunas cajas. Se alegaba que asegurar el sistema financiero era fundamental porque constituye algo parecido al sistema sanguíneo sin el cual los humanos, inevitablemente, morimos. Probablemente es cierto: aceptemos que se trata de una medida necesaria. Pero a la vez, también se sostenía que un componente de la crisis había sido la imprudencia de estas mismas entidades financieras en dar créditos sin reservas suficientes y, por tanto, endeudándose más de la cuenta en los mercados mundiales. Una deuda privada externa que ahora debe devolverse.

Ahora bien, entre las medidas que se van tomando, de forma un tanto desordenada por no decir caótica, no está la reforma financiera que impida volver a las andadas. Las medidas prioritarias sólo son aquellas en las que piden sacrificios a los ciudadanos: rebaja del sueldo a funcionarios, congelación de pensiones, subidas de impuestos y abaratamiento del despido. Quizás están justificadas, pero esta justificación no se ha explicado al ciudadano, especialmente no se ha explicado que forman parte de un plan conjunto que acabará beneficiándole.
Recuerdo hace años que el profesor Fuentes Quintana, ministro de Economía de Suárez, salía por televisión disertando con gran claridad de la situación de nuestra economía, las medidas necesarias y sus razones. También entonces se pedían sacrificios. Incluso años antes recuerdo a Alberto Ullastres hablando de garbanzos y lentejas, y después a Boyer y a Solchaga razonando sus posiciones. Ahora no hay nada de eso, sólo breves declaraciones de ministros distintos que anuncian medidas parciales sin explicarlas: un día una cosa, otro la otra, sin saber el porqué. Una obra sin argumento.
Francesc de Carreras
La Vanguardia (26.06.2010)

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