Corbacho ha dicho que con un cuarto de hora tendría bastante para hacer la maleta y volverse a Hospitalet. Lo ha contado como una hazaña, pero yo no le veo el mérito a esa rapidez para trasegar con las corbatas y los calzoncillos. Yo es que tampoco he tardado nunca más de un cuarto de hora en hacer la maleta para todos los viajes que hecho en mi vida. Eso es lo normal en el siglo XXI. Lo que no es normal es esa gente que necesita un día entero para tan trivial menester. Eso es como de pueblo y como de antes, de cuando no se viajaba o se hacía en diligencia.
Corbacho llegó al Ministerio diciendo que no tenía competencias para hacer nada. Y nada ha hecho. Ni la reforma laboral, que nos la han tenido que dictar desde Bruselas en un cuarto de hora, como él hace su maleta. Corbacho es un inactivo confeso. Por no tener, no tiene ni apego al cargo, cosa que es de agradecer cuando no se le va a recordar por nada. Corbacho es el ministro perfecto para una crisis económica, el que nos ha salido más barato. No ha intentado justificar su sueldo gastando el erario público en iniciativas tontorronas como cuartear el Archivo de Salamanca o editar un cómic sexual contra el Papa. Corbacho no ha hecho nada y por eso mismo yo es al que mantendría en el cargo. Yo lo tomaría como modelo para una Ley de Inhibición de los Cargos Públicos que sería la mejor medida contra la crisis. Que no hagan ninguna nada. Y Cobarcho que no haga la maleta por favor. Hospitalet puede prescindir de él.
Artículo enviado por David G-M
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