CONTRA Y A FAVOR DE GARZÓN: UN DEBATE 2

Artículo enviado por David G-M, colaborador del Blog en respuesta al Artículo (más abajo) de Pablo Torres.

No sé si el articulista sabe que el juez Varela pertenece a la asociación "Jueces para la Democracia", que es la asociación de jueces afines al PSOE. Es decir, que quien ha paralizado la investigación de Garzón, ha sido un juez pro-izquierda, no un juez de "la extrema derecha".

No sé si el articulista sabe que Margarita Robles, a quien también acusa el articulista de vengativa, fue Secretaria de Estado de Interior, con Juan Alberto Belloch como ministro de Interior. Es decir, que "la vengativa" que ha ido a por Garzón, es tan próxima al PSOE, que fue Secretaria de Estado con el Gobierno socialista de Felipe González.

No sé si el articulista sabe que pretender expulsar de una asociación a quien no piensa como tú ("¿A qué esperan para expulsar a ese infiltrado?", dice textualmente) es un acto impropio de alguien que se autocalifica como demócrata, toda vez que la Democracia es estar dispuesto a aceptar la opinión de la mayoría o de los más cualificados, incluso cuando esa opinión no coincida con la nuestra.

No sé si el articulista sabe que a la actitud anterior se la denomina "fascista", y que la wikipedia se refiere al fascismo como "la mayoría de académicos coincide en que un "régimen fascista" es, por encima de todo, una forma de gobierno autoritaria". Y desde ese punto de vista, "fascista" puede ser tanto alguien de izquierdas como de derechas, puesto que lo que lo define es el autoritarismo, que es lo que hace el articulista.

No sé si el articulista sabe que lo que estaba investigando el juez Garzón no eran los crímenes de la Dictadura, como dice, sino los crímenes de la Guerra. Es una diferencia importante, porque en toda guerra hay dos bandos, y a mi, como español y descendiente de los que murieron en aquella guerra, me importan por igual todos los muertos.

No sé si el articulista sabe que los que no piensan como Garzón o como él TAMBIÉN son demócratas, y que por tanto, los que votan o piensan distinto también tienen derecho a votar o pensar distinto. No saber o aceptar esto es no ser demócrata.

No sé si el articulista sabe que ni el Tribunal Supremo ni el Consejo General del Poder Judicial están colonizados por jueces franquistas, como él dice, sino que son elegidos con el consenso del PSOE y del PP, lo cual es una vergüenza, porque su independencia no está garantizada; pero que para este caso particular viene bien, porque permite saber que en el Tribunal Supremo y en el Consejo General del Poder Judicial hay ahora mismo un 50% de jueces afines al PP y un 50% de jueces afines al PSOE.

No sé si alguien puede dejarse influir por falsedades como estas, que son tan fáciles de comprobar, pero SÍ SÉ que a mí, como descendiente de los que murieron en aquella guerra, no me importa nada de lo que allí ocurrió, y me parecen deleznables todos los actos de guerra, con independencia de quien los haga. Yo condeno todos los actos violentos.

Para mí, tan injustas son las muertes de un bando como las muertes del otro bando.

Para mí, tan antidemocrático es el que no acepta las opiniones de aquel al que acusa, como antidemocrático puede ser el acusado.

Para mí, tan absurdo es morir en una guerra por ideas que la mayoría ni compartimos ni defendemos, como enfrentarnos más de 60 años después por algo que la mayoría de los ciudadanos no hemos vivido.

Para mí, aceptar el juego de los políticos para concentrar odio en nuestros vecinos es ser estúpidos. A los políticos les interesa focalizar nuestros sentimientos para recaudar más votos, y entrar en ese juego es demostrar nuestra falta de criterio.

Para mí, tan infantil es ser del Real Madrid y no aceptar que el Barcelona juega bien, como "ser del juez Garzón" o "ser del Partido X" y no plantearse ideas propias, aunque no coincidan siempre con el Partido X.

Y dicho todo esto, me dan igual el PP y el PSOE, y no pienso entrar como soldado en primera línea a combatir en sus guerras, metafóricamente hablando. Pienso por mi mismo, y a veces me parece que tienen razón unos y a veces creo que tienen razón otros, y la mayoría de las veces creo que son absolutamente prescindibles todos. No soy un hoolingan de ninguno de ellos, pienso por mi mismo, y estoy cansado de que cuando alguien no coincide con sus ideas lo califiquen de antidemocrático. Tan democráticos son unos como otros, y tan antidemocráticos son unos como otros cuando se acusan de eso entre sí por no coincidir en sus ideas.

...Y de las cuestiones legales, como no soy jurista, no puedo opinar, porque mi opinión no tendría ningún valor ya que desconozco en qué se apoya el auto del juez Varela para procesar a Garzón. Ese auto consta de 60 páginas, que no hemos leído ni el articulista ni yo.

Artículo enviado por David G-M, colaborador del Blog.

CONTRA EL LINCHAMIENTO DEL JUEZ GARZÓN

Pablo Torres (Periodista).
Premio Ortega y Gasset de Periodismo Gráfico 2005.


Mis queridos amigos:

Asistimos paralizados al linchamiento que se hace desde el Tribunal Supremo contra el juez Garzón, por el tremendo delito de investigar los crímenes del franquismo (la otra causa también había sido antes desestimada). El director del linchamiento es el juez Varela, perteneciente a la asociación Jueces para la Democracia… (¿A qué esperan para expulsar a ese infiltrado?). Para linchar a Garzón utilizan las "contundentes pruebas" de un seudosindicato de extrema derecha, ¿Manos Sucias?, y de Falange Española y de las JONS, partido político muy conocido por sus actividades democráticas durante el franquismo más criminal (Ver fosas comunes repartidas por todo el territorio español, a partir de 1939). La Fiscalía está en contra de los procesamientos. Las no "pruebas" dan risa.

Al linchamiento ahora se ha sumado el Consejo General del Poder Judicial. Ya sabemos que Margarita Robles, amiga del juez Varela, también quiere acabar con Garzón, antes incluso de estar formalmente sentado en el banquillo (la realidad es que el Tribunal Supremo ya le ha condenado). La manifiesta enemistad de Margarita Robles hacia Garzón es antigua. El juez Varela y Margarita Robles están dando auténticas lecciones de franquismo: justicia al reves, o no justicia. Y de paso, el juez Varela, de Jueces para la Democracia, impide investigar los crímenes del franquismo.
Para ver una actuación judicial tan calamitosa, parcial, malintencionada y soez, hay que retrotraernos al franquismo, con Franco. Las causas que de forma inquisitorial se siguen contra Garzón no tienen el menor sentido, salvo escarmentarle y dar un serio aviso a los demócratas: aquí todo sigue atado y bien atado, como dijo Franco. Ya se hizo una ley de punto final. El franquismo y sus crímenes fueron amnistiados. Los criminales pueden moverse libremente por donde quieran. Y el que no lo acepte… procesado. Como en los mejores tiempos de los Tribunales de Orden Público, de la dictadura.

Recurro a mi libertad de expresión, sin saber si acabaré procesado por este escrito, ante la falta de intelectuales de verdad que, al modo de Zola, denuncien las aberraciones jurídicas que se siguen contra Garzón. Aquí no hay intelectuales: aquí sólo hay garbanceros al servicio de los que mejor paguen.
No tienen pruebas contra Garzón: investigar el franquismo es una necesidad democrática, para reparar de una vez a las víctimas del franquismo. Procesar a Garzón es procesar a los demócratas, es procesar a la democracia.
El espectáculo que nos ofrece el juez Varela, con la complicidad del juez Prego y todos esos jueces franquistas que han colonizado el Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial, es bochornoso. España vuelve a ser una vergüenza en el extranjero, porque sus jueces parecen más atentos a perpetrar venganzas personales que a cumplir con las leyes democráticas (ni siquiera se puede entrar en el tema de las sentencias: sería mucho peor).

Espantado, asustado, me manifiesto, por tanto, contra el linchamiento del juez Garzón. Me manifiesto contra esos jueces presuntamente democráticos que, con métodos franquistas, quieren acabar con la investigación de los crímenes de la dictadura. Me manifiesto para pedir la investigación de los crímenes del franquismo. Me manifiesto contra las leyes de punto y final que amnistían a criminales de guerra. Me manifiesto por la libertad y la democracia.